Esta cobardía...

Aveces odio esa fría y firme expresión en el rostro cuando voy a sentenciar algo tan drástico como lo de hoy. Es mi mejor arma para no desmoronarme, para que nadie sepa lo frágil y susceptible que soy ante cualquier separación.

Esperé allí con lo ojos cerrados a que estuvieras lo suficientemente lejos para dejar aflorar el dolor que causó tu partida. Pero; más aún el que causó, tu permanencia en mi historia. Y lloré el último suspiro de este amor. Cual enfermo desahuciado sin esperanza alguna alguna de mejorar. Aferrándose a un milagro con todas -las pocas- fuerzas que le quedan. Algo así me veo ahora. Amarrada a soñar por un imposible...

Ahh yo te quería, tal vez demasiado, para que me creyeras. Te quería tanto que quería mentirme para pensar que todo tenía una solución. Pero me equivoqué. Tal vez te quise demasiado para frenar esto que siento, tal vez. Preguntas en el aire colgadas en mi cabeza. Cosas que nunca podré saber ni responder.

Yo quería dar todo por ti, si no entiendo porque, pero era mi más grande sueño en este par de meses. Y hoy sólo me quedo con una mezcla amarga de sabanas ensangrentadas y un corazón diciendo a gritos que quisiera que todo cambiara mientras mi inexpresivo rostro te dice adiós...